lunes, 2 de noviembre de 2009

RESTOS ARQUEOLÓGICOS DEMUESTRAN LA EXISTENCIA DE TERUEL


Un equipo de arqueólogos especializado en la búsqueda de leyendas y restos mitológicos ha dado con restos que demuestran la existencia de la legendaria ciudad de Teruel.  Los investigadores, dirigidos por el arqueólogo que situó el lugar en el que desembarcó Noé, Jean Desmet, han dedicado más de tres años  a seguir pistas y estudiar textos antiguos que mencionaban la existencia de Teruel en busca de alguna señal que pudiese orientarles sobre su localización. Las primeras menciones a la ciudad se pueden encontrar en un texto de Aristóteles, quien afirmaba haber escuchado a un comerciante referirse Teruel como una próspera ciudad en la que cortaban las patas de los animales para colgarlas de los techos de los palacios, situándola en la costa turca, cerca de la actual Esmirna. Sin embargo las expediciones organizadas por Alejandro para encontrar la ciudad nunca cosecharon fruto alguno. Ha habido que esperar hasta el año 2009 para que con la ayuda de fotografías infrarrojas realizadas por satélite hayan aparecido nuevas pistas sobre su localización. Gracias a están nuevas técnicas arqueológicas los especialistas comenzaron las excavaciones en la confluencia de los ríos Guadalaviar y Alfambra, a unos 180km al sur de Zaragoza. Tras meses de intensas búsquedas los investigadores han encontrado los primeros restos que prueban la existencia de la ciudad: un par de jamones con denominación de origen Teruel que disipan todas las dudas de los escépticos. A la espera de que dichas piezas sean datadas, Jean Desmet, director de las excavaciones, no duda de su autenticidad y manifiesta su entusiasmo: “Estaba seguro de que Teruel existía. Ahora que la hemos encontrado solo nos queda una última meta por descubrir: La Atlántida, pero si hemos sido capaces de encontrar Teruel tengo la certeza de que no tardaremos en dar con ella”. 

1 comentario:

Silvia Maquirriain dijo...

Jajajajajajaaaa!!! Buenisimo :)))))