Ante la inagotable lluvia de críticas que el Partido Popular lanza contra el gobierno por su gestión de lo público, el presidente del ejecutivo ha tomado la drástica decisión de depilar sus cejas como medida para desorientar a la oposición. Asesores del presidente detectaron que la mayoría de los insultos y desprecios dirigidos a Zapatero tienen a sus cejas como elemento común. Descubierto este hilo estructural sobre el que se construyen muchas de las críticas al gobierno, el gabinete se puso a trabajar para encontrar una solución a este punto débil en La Moncloa. “Pensamos que una vez eliminadas las cejas la oposición se encontraría desconcertada por la ausencia de un elemento que unifique sus protestas. Incluso la gente en la calle tendrá que pensárselo dos veces antes de volver a llamarle cejitas” Aclara Aurelio Mosqueta, asesor del presidente. En caso de que esta maniobra fracase el mismo asesor confiesa: “Estamos estudiando también la posibilidad de cambiarle el apellido, personalmente me muero de ganas por ver la cara de Rajoy cuando no sepa a quién tiene que dirigirse. Además lo de “ZP” estuvo muy bien para la campaña electoral, tenía gancho, pero ya empieza a ser un verdadero incordio.”
Las críticas de la oposición no se han hecho esperar, a los pocos minutos de darse a conocer la decisión, María Dolores de Cospedal acusaba al gobierno desde la calle Génova de haber pagado la maquinilla con la que se había afeitado las cejas con fondos públicos, cosa inadmisible en una democracia, e instaba a seguir el ejemplo de Rajoy que se deja barba “como símbolo de austeridad”. El gobierno ha respondido que la cuchilla se ha pagado con dinero público porque Zapatero se ha depilado en calidad de presidente, y no como secretario general del PSOE.
Las críticas de la oposición no se han hecho esperar, a los pocos minutos de darse a conocer la decisión, María Dolores de Cospedal acusaba al gobierno desde la calle Génova de haber pagado la maquinilla con la que se había afeitado las cejas con fondos públicos, cosa inadmisible en una democracia, e instaba a seguir el ejemplo de Rajoy que se deja barba “como símbolo de austeridad”. El gobierno ha respondido que la cuchilla se ha pagado con dinero público porque Zapatero se ha depilado en calidad de presidente, y no como secretario general del PSOE.
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