domingo, 20 de septiembre de 2009

ANUNCIAN UNA COLECCION DE OFERTAS DE LANZAMIENTO

¿A quien no le ha pasado nunca que un mes de septiembre ve anunciada en televisión la colección que siempre había ansiado poseer? El número de las mismas es tan ingente que es difícil que ninguna acierte. Muchos hemos caído en sus redes atraídos por el suculento precio de la primera entrega. ¡Una Farola de Berlín en miniatura por solo 1,95€! Cielos, es un chollo. Además, con la primera entrega viene gratis el archivador para las fichas y una calle en miniatura para que ensambles tus Farolas del mundo en miniatura, todo montado en un enorme cartón con fotos de la coleccion. Insoportablemente tentador. La segunda entrega sube un poco el precio, pero sigue siendo una Farola de París en miniatura por sólo 3,95€, asumible. ¡La tercera entrega cuesta 9,95€! Bueno, es una entrega doble, la Farola de Londres en miniatura y la Farola de  Bayanhongor(¿?) en miniatura. La cuarta entrega no ha llegado esta semana. La semana siguiente te gastas veinte euros en la cuarta y quinta entrega que han llegado juntas. Ese es el momento en el que decides que no volverás a comprar más fascículos de la colección. Demasiado tarde. El quiosquero ya se ha acostumbrado a tu compra semanal y te guarda (tú piensas que los pide expresamente para ti) los siguientes fascículos. Al principio irás todas las semanas a por el que corresponde. A medida que tu interés por el fascinante mundo de las farolas en miniatura decrece comienzas a acumular números en el quiosco. Pasas a recoger tus entregas cada cuatro semanas, rutina que se irá ajustando para concentrarse en los primeros días de cada mes, con la nómina recién cobrada duele menos el desembolso de cuarenta euros por las cuatro farolas. Llegado este momento has dejado de pagar por la colección, ahora pagas por la molestia del quiosquero al guárdatelos, por la vergüenza de decirle que ya no quieres mas farolas, por la idiotez de haber comprado el primer número, por el desconocimiento de las políticas de devolución de las editoriales, porque tu (completar con la figura a la que rindes cuentas) te avisó de que la ibas a dejar a medias... Según el peso que los anteriores argumentos tengan en cada uno esta situación se prolongará durante un periodo de entre dos y seis meses, fase que culmina en el momento en que dejas de ir a recogerlos. La culpa te corroe lo suficiente como para intentar no ir a ese quiosco a por tu prensa habitual o a recargar el bonobus. Temes encontrarte con el quiosquero sonriente diciéndote que acepta tarjeta de crédito mientras te saca (no sabes de donde) un carro de hipermercado con docenas de entregas de Farolas del mundo en miniatura. Estos temores te obligan a cambiar la ruta habitual por la que vas al bar, o a rechazar las plazas de aparcamiento libres que tengan línea directa de visión desde el quiosco. Al final terminas por eludir toda conversación acerca de coleccionables y en algunos casos incluso desarrollas una leve fobia  hacia las propias farolas de tu ciudad (que no se parecen en nada a la que como tal incluye la colección), una incomodidad que te hace agachar ligeramente la cabeza cuando caminas bajo su luz… para siempre.
Para evitar esta kafkiana situación a la que todos estamos expuestos Alerce Ediciones ha sacado su colección definitiva: una colección de Ofertas de Lanzamiento. Una colección cuyas entregas consistirán en el primer número de todas las colecciones existentes en el mercado.   Para la editorial esta colección evita todos aquellos elementos de frustración que se incluyen en las convencionales. Para empezar el precio de oferta de lanzamiento se mantiene durante todos los fascículos, evitando así las sorpresas y el gasto excesivo a lo largo que avanzan las entregas. Otra virtud de la colección consiste en romper la monotonía temática de los coleccionables tradicionales, capaz de acabar con la paciencia del mas obseso, al ofrecerte consecutivamente objetos tan variados que van desde Chaquetitas de punto en miniatura a Reproducciones de los sonidos de las armas de la Segunda Guerra Mundial. Aunque lo que para la editorial es el verdadero gancho es que todas las entregas sin excepción vienen montadas en el cartón a todo color de cien por setenta centímetros, característico de las ofertas de lanzamiento.  

1 comentario:

Lancer_ dijo...

Jjajjajajajaja Muy grande Ik, una pena que no hayas incluido una imagen fotomontada como en otras noticas xD
Me he reido mucho :D