La FIA obligará a los pilotos a conducir sus monoplazas bajo los efectos del alcohol durante el próximo campeonato del mundo. Para aumentar la espectacularidad de las carreras de Formula 1 todos los pilotos deberán conducir con un mínimo de 1 gramo de alcohol por litro de alcohol en sangre, el doble del máximo permitido en España, circunstancia que según Ecclestone aumentará la tensión durante la carrera consiguiendo eventos inesperados en cualquier momento de la competición. Para la máxima autoridad de la F1 los campeonatos del mundo de este deporte habían llegado a un momento de inmovilismo en que cosas tan básicas como los adelantamientos se habían vuelto realmente extraños. En la situación actual quien sale en pole position tiene muchísimas posibilidades de ganar la carrera, llegando a ser casi más importantes las clasificaciones previas que la propia prueba. La introducción del elemento alcohol conseguirá que los pilotos estén más expuestos a adelantamientos inesperados, salidas de pista o accidentes, con lo que nada estará decidió hasta que la bandera cuadriculada dé a un piloto por ganador. Como toque pintoresco la etilización de los pilotos se realizará con el licor típico del país en el que tenga lugar cada Gran Premio. En esta misma línea la nueva normativa introduce la obligación de que todo el personal de boxes, tanto mecánicos como ingenieros y el director de equipo, también se encuentren en estado de embriaguez, lo que producirá divertidas situaciones durante los repostajes.
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